La nueva voz en un violín… la noche de David Garrett en la Arena CDMX 🎻💖
Por Mayela Avendaño
La música ha sido el lenguaje universal por años, décadas y hasta siglos, por lo que no es raro que, en medio de esta era, no se viva la excepción. Y es que a veces sólo basta escuchar las notas saliendo de cada instrumento para que la piel se enchine y podamos descubrir lo que tan bello arte posee.
En esta ocasión, un violín resultó el protagonista, el que en las manos del talentoso, multifacético y reconocido artista alemán David Garrett, llegó a la Arena CDMX el pasado viernes 21 de octubre con un show que, sin duda, será algo imposible de olvidar.

Con la asistencia llegando y la emoción a flor de piel, los minutos transcurrían en espera del espectáculo, cuando de pronto el momento llegó. Bajo las notas de la enérgica canción de Metallica, Ender Sandman, el violinista apareció de entre el público, desatando furor e iniciando la noche de la mejor manera, haciendo a rockear a todos con un estilo muy peculiar.
Otros de los clásicos que se pudieron escuchar durante este recital, estuvieron el icónico Hit The Road Jack, la potente Smooth Criminal e inclusive, como si de un cuento se tratara, la magia del soundtrack de La Bella Y La Bestia, el cual inundó a los asistentes con la nostalgia de una feliz niñez.
Agradeciendo la asistencia, Garrett se mostrada feliz y relajado, continuando con la velada que, veloz pero precisa, pasaba ante nosotros.

Sorprendiéndonos como siempre, llegó Happy, canción que en voz de Pharrel Williams se volvió sumamente popular hace unos años, sin embargo, en esta ocasión a manos (o violines) de Garrett, pudo tener una nueva vida gracias a su forma, arreglos y estilo para tocar.
Pero esto no era todo, y es que los momentos más emotivos e inolvidables estaban a punto de presentarse. En primera instancia todos nos derretimos de amor cuando con el famoso tema de Lady Gaga, Shallow, el artista eligió a una fan al azar, interpretando para ella el romántico single; así como cuando los 70’s inundaron el escenario a ritmo de Staying Alive, con la que David bajó del escenario para una convivencia más cercana con el público.

Por si fuera poco, hasta un espacio para la Beatlemanía se vivió, desatando aún más emoción entre los asistentes, los cuales gozaron Come Together e Imagine, melodía que dio pie a que todo el recinto se iluminara con las luces de los teléfonos móviles, creando el ambiente ideal para la nostalgia que nos abrazaba.
Tras una hora de show y un breve intermedio, Garrett regresó a escena para darnos una segunda mitad que seguía llena de emociones y energía, con canciones que nos desataron como Paint It, Black hasta otras que nos hicieron sentir como todos unos Piratas Del Caribe con la música principal de la reconocida franquicia.
El final se acercaba, pero aún faltaban cosas por hacer, como el punto en el que el mismo Garrett pidió a la audiencia prender de nuevo sus celulares para que a son de What A Wonderful World se fuera preparando la recta final, no sin antes dejar el corazón de todos encendido con su gran pasión y talento, el cual pudo hacernos vivir la magia de la música como pocas veces puede disfrutarse.