Por Mayela Avendaño

El genio del rock argentino, Andrés Calamaro, llegó al Teatro Metropólitan este 10 de octubre para deleitarnos con la primera de dos noches de crudeza, realidad, discursos, toques taurinos y por supuesto, un gran repertorio.

Foto: OCESA / Liliana Estrada

A escasos 15 minutos de las 21 horas, el recinto estaba listo para iniciar con el show, cuando entre ovaciones y emoción Calamaro apareció.

Output Input fue la encargada de dar inicio al espectáculo, y aunque parecía que la noche sería tranquila, la verdad es que todo estaba por estallar.

Sin pormenores, Andrés continuó con grandes éxitos como Cuando No Estás, Verdades Afiladas y un popurrí de La Parte De Adelante, Loco y Corte de Huracán.

«Olé, Olé, Olé, Olé… Andrés, Andrés«… ovación tras ovación, el Metropolitan vibrara no sólo por corear cada una de las canciones de Calamaro, sino también junto a estas palabras dedicadas a nuestro Salmón favorito.

Foto: OCESA / Liliana Estrada

Con discursos «cortos» entre canciones, agradeciendo al público mexicano y contando historias que nos ponían en pausa, la noche continuó.

Recordando las glorias de Maradona, Estadio Azteca sonó fuertemente como tema iconico en donde Andrés nos recuerda el gran amor que tiene hacia nuestro país. Toques españoles en Para No Olvidar, pasando por El Salmón y yendo hasta Alta Suciedad y Maradona, Calamaro hacía estallar a todos con esta elección de temas, siendo esta última un momento eufórico al sentirse como en un verdadero juego de fútbol gracias a las imágenes que se proyectaban del Pelusa junto a sus grandes jugadas.

Entre rifss brutales de guitarra y un teclado hambriento de pasión, la velada continuó con bailes, gritos y un ambiente muy especial.

Foto: OCESA / Liliana Estrada

Mi enfermedad, Te Quiero Igual, Flaca y Paloma fueron himnos que no pudieron faltar, que aparentemente parecía haber terminado tras su despedida, literalmente, «besando el escenario«. Sin embargo, sólo se preparaba para rematar con Crimenes y darle un cierre de oro a con Los Chicos, que dio paso al momento más emotivo del show al recordar grandes personalidades que marcaron el mundo como lo conocemos pero se nos han adelantado en el camino como Marciano Cantero, Flaco Spinett, Maradona, Gustavo Cerati, entre varios más.

Finalmente, como lo prometió, al sonido del ya icónico pasodoble y la presentación con el capote, Calamaro se despidió de su público, con el recordatorio de su segunda velada:

«Hasta pronto… hasta mañana«

Foto: OCESA / Liliana Estrada