En los últimos años el consumo de cervezas lights, especialmente aquellas con baja graduación alcohólica ha ido en aumento y el sector de cervezas artesanales no se ha quedado atrás en esta tendencia. Esta notable popularidad en los consumidores se ha visto reflejada por una cultura de moderación, de bienestar y cuidado personal.

Cervezas con un contenido alcohólico inferior al 4% ofrecen una alternativa más ligera y refrescante sin comprometer un estilo de vida saludable. Hay que tomar en cuenta que el alcohol contribuye al aumento de peso y esta bebida no es precisamente un alimento que pueda estar en la canasta básica. (Aunque yo lo consideraría).

Es preciso señalar que no es lo mismo una cerveza ligera o light a una free o 0.0%, y aunque ambas tienen pocos carbohidratos, las segundas por su proceso de elaboración, tampoco contienen alcohol. Para producir este tipo de “chelas” es factible utilizar menos cereales en su elaboración para que exista una disminución de azúcares fermentables.

El incremento en la producción de cervezas artesanales lights, está atrayendo a un público más amplio hacia el mundo de cerveza artesanal, lo que demuestra que la calidad, la innovación, la versatilidad y la imaginación de los brewmasters pueden ir de la mano con opciones saludables.

Muchas cervecerías artesanales han tomado en cuenta a este segmento del mercado y al emplear ingredientes de alta calidad, así como técnicas de elaboración especializadas, han creado cervezas accesibles a muchos paladares, sin sacrificar experiencias de sabor únicas.

Tener en el mercado actual cervezas con menor graduación alcohólica, ofrece la oportunidad de disfrutar una bebida para quienes quieren tener un consumo más controlado en reuniones sociales, comidas ligeras o de trabajo, después del ejercicio como bebida isotónica o simplemente para refrescarse.