Una noche en La Maraka se vistió de recuerdos y euforia cuando Plastilina Mosh, aquella banda irreverente de Monterrey, Nuevo León, apareció en el escenario.

Desde los primeros acordes el público explotó en gritos y sonrisas, como si el tiempo nunca hubiera pasado. Hubo saltos, abrazos y miradas que decian más que mil palabras, un ritual compartido donde la musica se convirtió en un lazo invisible entre generaciones.

El repertorio fue un viaje lleno de himnos: “Peligroso Pop”, “Afro Man”, “Mr. P”, “Millonarie” y el infaltable “Castígame” retumbaron como eco de una epoka que aún vibra en el corazón de muchos. Plastilina Mosh, pioneros que revolucionaron la musica mexicana al mezclar géneros con descaro y frescura, demostraron una vez más que no solo se toca, se siente.

En cada rincón del recinto quedó la certeza de que esa noche no fue solo un concierto, sino un recuerdo tatuado en la memoria colectiva. Una velada unica, donde la banda reafirmó que la musica no envejeze… simplemente se transforma en eternidad.

Texto y foto cortesía: Miguel Aguilar