La Ciudad de México fue testigo de una noche inolvidable cuando Lasso presentó oficialmente su nuevo álbum Malcriado en el Teatro Metropólitan. Lejos de ofrecer un concierto tradicional, el venezolano transformó el escenario en un espacio de arte y emociones. Durante tres canciones, invitó a sus fans a pintarlo en vivo, convirtiéndose literalmente en el lienzo de su música, en un gesto que rompió la cuarta pared y conectó aún más al artista con su audiencia.

El show estuvo cargado de momentos únicos que traspasaron lo musical. Una pareja fue invitada al escenario, y entre aplausos y luces cálidas, uno de ellos se arrodilló para proponer matrimonio, con Lasso como testigo privilegiado. Más adelante, el cantante pidió a un fan subir para contar una historia personal con su ex pareja justo mientras sonaba Lucifer, su sencillo más crudo y confesional del nuevo disco. Lasso se mostró conversador, cercano y entregado, construyendo una atmósfera íntima en medio del recinto.

El punto más alto llegó con Ojos Marrones, la canción que lo catapultó internacionalmente y que fue coreada a todo pulmón por un público visiblemente emocionado. Con Malcriado, Lasso reafirma su lugar dentro del pop latino con una propuesta más madura, arriesgada y profundamente emocional. El concierto no solo presentó un disco, sino que ofreció una experiencia artística que mezcla música, narrativa y conexión real con sus fans.