Por Mayela Avendaño

A veces la vida de un artista no dura lo suficiente para compartir el arte que lo identifica y deleitar a su público con más de su talento. Sin embargo y por fortuna, algunas veces existes personas que tienen la capacidad de seguir haciéndonos recordar y hasta volver a vivir una experiencia similar a la que pasaríamos con nuestros artistas favoritos.

Este es el caso de Jaime Varela, quién llegó al Teatro Metropólitan el pasado domingo 15 de mayo con su show en homenaje al Divo De Juárez, que nos hizo sentir como si el mismísimo Juan Gabriel todavía se encontrara con nosotros, esto a través de su gran interpretación.

Para calentar motores, la noche inicio a cargo del icónico grupo Los Solitarios, quienes nos hicieron recordar grandes momentos con temas como Lo Que Te Queda, Nunca Digas, No Debes Llorar y por supuesto su éxito Sufrir.

Los segundos invitados del show fueron Los Tres De México, quienes aparecieron en escena para interpretar lo mejor de los boleros que han hecho cantar a muchas generaciones, desatando el lado más sentimental de los asistentes con sus instrumentos y suaves voces. Cien Años, Nuestro Juramento y Piel Canela fueron algunos de los clásicos que se pudieron disfrutar.

Tras un especial calentamiento, la velada de Jaime iniciaba. Bajo ovaciones y un gran equipo ya preparado sobre el escenario, Varela apareció a ritmo de un juego de luces de color y bailarines que le daban la característica chispa al show.

Con canciones como Yo No Estoy Enamorado, Lo Pasado Pasado, y He Venido a Pedirte Perdón, Jaime daba lo mejor de sí, no sin antes agradecer la asistencia del lugar, obteniendo una respuesta favorable y muy grata por parte de toda la audiencia.

Aprovechando las fechas Varela no dejó pasar la oportunidad para hacer mención de dos de los acontecimientos que estaban en vísperas de celebración, interpretando su icónico tema Querida para agradecer a asistencia de su esposa, su mamá y sus hijos, y las tradicionales Mañanitas para conmemorar a todas las mamás y maestros presentes, con un momento en el que el recinto se iluminó con la luz de los dispositivos móviles de los asistentes.

Como buen show de Juan Gabriel, el mariachi no podía faltar, por lo que el folklor mexicano entró a escena para acompañar la interpretación de éxitos como Buenos Días Señor Sol, Siempre En Mi Mente y La Diferencia, canciones que se escuchaban al unísono con todo el poder y sentimentalismo del público.

El espectáculo seguía y las sorpresas no paraban. Pare este punto una tercera invitada apareció en escena, tratándose ni más ni menos que María Elena Beltrán, hija de la talentosa Lola Beltrán, con quién Jaime interpretó a dúo Paloma Negra y Cucurrucurú, siendo esta última la favorita de María Elena.

Lamentablemente, todo lo que inicia debe terminar, por lo que el término del show se avecinaba; eso sí, no sin antes escuchar sus grandes hits como La Frontera, Yo No Nací Para Amar, Caray, Así Fue, El Noa Noa y por supuesto, Por Qué Me Haces Llorar, los que pondrían de pie a todos los asistentes, haciéndonos cantar y bailar a ritmo de estos grandes clásicos.

Agradeciendo de nueva cuenta la asistencia y a su equipo de trabajo, Jaime se despidió entre una ola de emotividad y una merecida ovación de pie, demostrando que nuestro querido Juan Gabriel, no ha muerto, sino que siempre vivirá en la voz y en el corazón de Varela y en el de todos sus seguidores.